Cecina de León de Embutidos Ezequiel

La joya gastronómica de nombre propio

cecina de leon

Son muchos los relatos en los que aparece la cecina a lo largo de la historia. Lucio Junio Moderato Comunela (s. IV a.C.) ya recoge la cecina en sus páginas. Después, fue mencionada en el “Tratado de Agricultura General” de Gabriel Alonso de Herrera. Enrique Gil y Carrasco, señalado escritor leonés nacido en 1815, recogió en sus numerosos escritos y relatos las costumbres leonesas, destacando en ellas la producción y consumo de cecina de vacuno.

Félix María de Samaniego ya la menciona como uno de los alimentos destacados, y es que, según estadísticas del Diccionario de Madoz de 1847, se pagaban 6,20 reales por kilogramo de cecina en la Plaza Mayor de León, y la cantidad consumida por habitante en un año era de 972 arrobas, una cantidad nada desdeñable.

A lo largo de la historia, la cecina aparece en obras universales de nuestra literatura como “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, obra considerada fiel reflejo de la sociedad de la época y sus costumbres. Aparece asimismo en obras del siglo XVI como “La Pícara Justina”, cuya protagonista no es otra que una mesonera audaz que se encarga de que no falte la cecina de vacuno entre las viandas que ofrece a arrieros y viajeros.

Queremos resaltar con esto el calado de un producto con una amplia tradición histórica, una joya de la gastronomía… y es que el denominador común de León siempre ha sido y será su Cecina.

Embutidos Ezequiel ha convertido este producto en uno de sus alimentos estrella que, a través de su genuino sabor, refleja un proceso de elaboración donde se cuida hasta el mínimo detalle. Se trata de una empresa familiar dedicada a la producción de diversos embutidos desde el año 1945 y está situada en un entorno privilegiado, en la población de Villamanín, León.

Forma parte del Consejo Regulador de la Cecina de León y de la famosa Tierra de Sabor, entidades de prestigio, lo que certifica que su cecina cumple los más estrictos controles de calidad y cuya curación se ajusta a los plazos necesarios que hacen del producto un exquisito manjar.

Elaborada de forma tradicional, se siguen las costumbres de ahumado natural con leña de roble. Su entorno privilegiado entre las montañas y el buen hacer de manos expertas, convierte su cecina en una joya de alta calidad.

Tiene un color tostado, pardo, ligeramente oscuro, propio del proceso de elaboración. Es una carne de sabor característico, poco salada y de consistencia poco fibrosa.

Indispensable en cualquier celebración que se precie, combina a la perfección con otros alimentos (foie, tomate, manzana, lenguado, pasta, mermelada de pimientos…) ampliando sus posibilidades de presentación, pero también es irresistible por sí sola.

Animamos a Embutidos y Jamones Ezequiel S.L. a que continúen su magnífica labor y sigan deleitándonos con su increíble sabor.

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